Grecia, emparentada con las civilizaciones del Egipto faraónico, con la escritura fenicio-cananea y los pueblos del mar en Palestina, es el alma de la civilización occidental; el pensamiento, la ciencia, la filosofía, la literatura y el arte griegos, constituyendo a través de los siglos, las raíces de la propia cultura europea.
Por ello resulta natural, la fascinación que ejerce sobre Occidente; la contemplación de sus templos de admirable armonía arquitectónica o la perfección y belleza de sus estatuas y de su cerámica. El arte griego, una expresión estética concebida a la medida del hombre, ya ellos fueron los que acuñaron que, el hombre es la medida de todas las cosas, lleno de sutil armonía y equilibrio, deviene así el ideal de la belleza perfecta, de la forma como expresión plástica del pensamiento, y su influencia en el Arte de Occidente ha permanecido durante milenios y hasta nuestros días.
Este arte nace de unos paisajes naturales de gran belleza mediterránea que se transforma en hermosas localidades, urbes, ciudades e islas famosas en el mundo entero que añaden el auténticos eslabón que forma junto con el alma del pueblo griego, un resultado extraordinario que invita a vivir estas tierras, mares e islas.